Por el contrario con lo sucedido en el primer día, la observación no fue muy productiva, tal vez porque el sector por donde incursioné no ofrecía la suficiente cantidad de oportunidades visuales o tal vez porque mi inspiración estaba bloqueada por vaya a saber que pensamientos, o lo mas probable es que ya me tendría que convencer que la búsqueda de «la imagen» puede ser un proceso muy largo y tedioso, pleno de aventuras urbanas que me irán llevando de a poco a hacer foco en las mejores fotografías para alimentar mi espíritu de aventura y descubrimiento.
A no desesperarse ni desesperanzarse, tal vez por allí en algún lugar, estará la motivación que dispare mis emociones y me lance por un camino inimaginable, no cejaré en el intento hasta lograrlo, eso espero.
Aquí expongo destacada una fotografía que me inspiró profundamente cuando la vi en el objetivo de la cámara, el árbol oscuro, seco y una paloma posada entre sus ramas, mirando al occidente. Pensé enseguida en la esperanza de un rebrote de savia milagrosa que devolviera la vida a ese añoso espécimen y la paloma, símbolo de la paz en el mundo, ese mundo destruido por la guerra entre Rusia y Ucrania y si, también la ilusión y la esperanza del fin del conflicto para la paz que el planeta necesita. Gran conjunción, no les parece?