A veces surgen de mis observaciones, momentos únicos tal vez, la cámara siempre lista para rescatar esas imágenes que podrán ser luego el motivo de mis cavilaciones, de otros conflictos seguramente pero el descenso a los infiernos me hace mas reflexivo después, dispuesto a sondear los rincones recónditos de mi alma solitaria que reclama algún favor.
Por alli en esos cielos andaré volando cual ave, escrudiñando el paisaje, intentando encontrar la presa suficiente para alimentar mis sueños y mis esperanzas de otros mundos, mas justos y mas apropiados para mi, que me aseguren la total libertad de hacer lo que me plazca.
Presiento posible trascender hacia otras vidas, no me ocupa un destino finito, podré usar mi energía para transportarme en el tiempo, viajar sin destino mas lejos cada vez, el cosmos tiene espacio para mi, mas alla de las estrellas.
Tal vez si continúo este viaje perdurable, no esté solo en mi locura, tal vez si me lo proponga pueda suceder, creo en la promesa del que dijo «si de verdad lo deseas vivirás para siempre», y eso intento cada día, hacer lo posible para que se cumpla.
Solo espero que mis huesos me soporten, que mis vísceras me mantengan sano y que el conjunto ideal de mis neuronas me mantengan consciente y proactivo, como siempre.